Amplio repudio al bloqueo que impidió la salida de Clarín y Olé
27/03/11 - 17:45
En un hecho inédito desde el retorno de la democracia, un grupo de manifestantes, entre ellos militantes del gremio de Moyano, bloqueó la entrada y salida de camiones de la planta impresora de los diarios en Barracas. Así, se violó el fallo que ordena no cercenar la libre circulación de medios impresos. El hecho fue destacado en la prensa internacional y repudiado por todo el arco opositor
El bloqueo a la planta de impresión del diario Clarín en Barracas terminó este mediodía, cuando los cerca de 30 manifestantes que quedaban e impedían el paso de los camiones decidieron abandonar el lugar. Fueron algo más de 12 horas de bloqueo, lo que impidió que los diarios Clarín y Olé se distribuyeran esta mañana. La medida fue cuestionada por dirigentes de prácticamente todo el arco opositor y por periodistas de varios medios, al tiempo que recibió duros reclamos de ADEPA (Asociaciónde Entidades Periodísticas) y de la SIP (Sociedad Interamerciana de Prensa) y quejas de lectores en las redes sociales. El bloqueo repercutió además en numerosos medios internacionales.
El hecho, inédito desde el retorno de la democracia, arrancó anoche, cuando un centenar de manifestantes, incluidos niños, y al que luego se sumaron algunos militantes del gremio camionero de Hugo Moyano, impidieron la salida y entrada de camiones a la planta impresora. También, durante unas tres horas, trabaron la salida de La Nación, desde una planta vecina. El primer piquete llegó a las 23.30, realizado por un grupo identificado como familiares de trabajadores de Artes Gráficas Rioplatenses (AGR) del Grupo Clarín. La agencia oficial Télam ya daba por hecho el piquete en un cable de las 10:30, una hora antes de que comenzara.
El juez nacional en lo Civil, Gastón Polo Olivera, había dispuesto en un fallo de principios de año, que un grupo de manifestantes no puede cercenar la circulación de medios impresos, y ordenó a a la ministra de Seguridad, Nilda Garré tomar las medidas que hagan valer esta prohibición y evitar los bloqueos. Además, AGEA (Arte Gráfico Editorial Argentino) radicó tres denuncias en contra de los reiterados bloqueos: impedimento de circulación de periódico (Art. 161 Cód. Penal), interrupción de la comunicación (Art. 194 Cód. Penal) y denuncia contravencional por ocupación del espacio público, ingreso y egreso de camiones.
Pese a la expresa prohibición judicial, que incluye una orden dirigida a la ministra de Seguridad, Nilda Garré, para que cumpla con este fallo, las fuerzas de seguridad no actuaron.
Como calcado de los bloqueos anteriores, estos se produjeron luego de que Claríny otros medios publicaron información acerca de la complicada situación judicial del líder de los camioneros, Hugo Moyano. Este dirige la Federación, preside la CGT, y su hijo Pablo regentea el gremio transportista.
En la última semana, un exhorto judicial llegado de Suiza a la Cancillería argentina se refirió a un procedimiento penal por lavado de dinero contra Rubén Depresbiteris, titular de Covelia, a quien se lo considera cercano a Moyano. Este reaccionó con la amenaza de un paro, que finalmente no se cumplió.
Luis Siri, quien se presentó como delegado de los piqueteros, dijo a Télam que mantendrían la medida de fuerza y que si la empresa no accedía "a las demandas laborales", el diario Clarín no saldría el domingo. Con los primeros minutos del día, el número de acampantes fue creciendo. Y, conforme pasaron las horas, el clima se enrareció aún más. Muchas mujeres y niños que habían acompañado a sus familiares se retiraron. En contrapartida, algunos militantes del gremio de Camioneros se hicieron presentes. Y entonces se multiplicaron los cantitos de apoyo y declaración de fidelidad al líder del gremio: "Si lo tocan a Moyano que quilombo se va a armar". El bloqueo continuó hasta este mediodía, impidiendo, efectivamente, la distribución de las ediciones de hoy de Clarín y Olé.
Se trata de la quinta medida de este tipo desde noviembre pasado que impide la circulación de diarios, revistas y otras publicaciones pertenecientes a Clarín, y también al diario La Nación. El pasado viernes 28 de enero, más de 100.000 diarios no se pudieron distribuir en las zonas Norte y Sur del Gran Buenos Aires. En el mismo mes de enero, otro bloqueo, que afectó a las plantas de Clarín y de La Nación, ocurrió durante 6 horas, en la noche del viernes 15 y sábado 16.
Las manifestaciones se alternan entre quienes dicen ser familiares de empleados de AGR y camioneros de Moyano. El 28 de enero los únicos diarios que circularon fueron los retirados por los canillitas. Los camiones no pudieron entregar los ejemplares de Clarín, La Nación, Olé, Crónica, Popular, Tiempo, Página 12, La Prensa, El Cronista, Ambito Financiero y el Buenos Aires Herald.
En esa oportunidad, el bloqueo camionero duró 23 horas desde el jueves, exigiendo que se afilien a su gremio los choferes de las distribuidoras Boulogne y Nueva Era, de Carlos Taboada. La acción tuvo un masivo repudio de Adepa, constitucionalistas y dirigentes del PRO, del Peronismo Federal, la UCR, la Coalición Cívica y otras agrupaciones políticas.
El bloqueo de noviembre, se produjo con singular rudeza, a cargo de militantes del gremio de los camioneros, que dirige Hugo Moyano. Y, en diciembre, desde el 13 al 19 de ese mes, fue bloqueado en Lanús el ingreso a la imprenta Artes Gráficas Rioplatenses (AGR) –de Clarín-. Impidió el ingreso de insumos y la salida de publicaciones, y como dato insólito el canciller Héctor Timerman, ex directivo del diario procesista La Tarde, se acercó a arengar a los manifestantes en contra de clarín.
El bloqueo del pasado 14 de enero –en que los grupos de choque de los camioneros intentaron disimular su presencia con camisetas de presuntos ex empleados de Clarín- desoyó una orden judicial del juez nacional en lo civil Gastón Polo Olivera, quien dispuso prohibir los bloqueos. La misma orden disponía que la ministra Nilda Garré, de Seguridad, hiciera cumplir su disposición, cosa que fue desoída totalmente.
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