viernes, 27 de mayo de 2011

Crítica de la crítica. Editorial de Joaquín Morales Sola



En esta ocasión, analizaremos la editorial del Diario La Nación del día 25/05/2011 en el cual Joaquin Morales Sola analiza los 8 años de gestión kirchnerista, y a nuestro estilo, revisaremos punto por punto, letra por letra....


Por Joaquín Morales Sola…

Fue un instante sorpresivo que se metió en la historia. Hoy se cumplen ocho años de ese momento en el que Néstor Kirchner asumió como el presidente con menos votos de la historia argentina, apenas poco más del 22 por ciento del electorado.

DP: Lo que Morales Sola dice aquí es cierto. Néstor Kirchner fue el presidente electo con menos votos de la historia. Pero analizando la situación de la que se venía, era previsible. A casi el fin del gobierno de Fernando De la Rua, durante las elecciones legislativas (la ultima votación hasta 2003) del 2001, hubo un 22% de votos en blanco y anulados. La gente no creía en la política. Un pequeño detalle que Joaquín se olvido de mencionar. La segunda etapa, con Cristina Fernandez al mando, obtuvo un 43,3 %. Algo bien hicieron…

 Sería injusto negarle al kirchnerismo que, con tan escaso capital originario, haya logrado cambios culturales importantes en la sociedad argentina y que, encima, consiguió la fórmula de la eterna juventud. Otro debate significa, en cambio, la calificación de esos cambios y, sobre todo, su improbable permanencia en el tiempo.
El kirchnerismo tuvo claramente tres etapas: el primer mandato de Néstor Kirchner, el de su esposa a partir de 2007 y el que sucede ahora después de la muerte del ex presidente.
Hay, sin embargo, huellas que marcaron los tres períodos, aunque hayan tenido intensidades distintas: el desprecio a los partidos políticos y el enfrentamiento constante con importantes sectores sociales, como los empresarios, la Iglesia, los principales países del mundo y, sin duda, la prensa indócil. Todos ellos eran, y son, portadores de ideas "antipatrióticas". Cuando la "patria" es propiedad de unos pocos, el resto se convierte, irremediablemente, en un enemigo que debe prescribir.
DP: Para analizar este texto, iremos por partes como haría Jack El destripador.
La primera menciona el desprecio a los partidos políticos. Que no le falle la memoria a quien escribe, todos los partidos políticos, tengan las ideologías que tengan, lo unico que hacen es cuestionar la labor del gobierno sin proponer una sola solución. Nadie ataco a la oposición mas que ellos mismos con sus patéticos discursos.
El segundo, el desprecio a los ``importantes sectores sociales´´. Enumerando, presenta a los empresarios –culpables de la inflación y de las peores miserias que ha vivido y vive el país gracias a gobernantes que los dejaron hacer su negocio a gusto y disgusto-, a la Iglesia –si, a ellos que pujan por el no uso del preservativo, escandalizaron por los divorcios y el matrimonio igualitario- o los principales países del mundo, gestores de la deuda externa que hasta no hace mucho estábamos pagando.
Por ultimo, habla de la prensa indócil. Recordemos, que fue este gobierno el que propuso la Ley de Medios Audiovisuales, la regularización de Papel Prensa, hoy en manos de Clarín, La Nación y La Razón (empresa apropiada durante la dictadura militar, que impide la verdadera libertad de expresión: Con esta medida se garantizaría el mismo precio y calidad para todos, no solo para los poderosos). Por ende, con estas medidas, se trata de garantizar la absoluta (y verdadera) libertad de prensa.
Esta prensa indócil (dicho así hasta parece inocente) responde a intereses de poderosos empresarios en perjuicio de país. Fueron estos los que apoyaron, por ejemplo la Ley 125 de Retenciones Móviles, que básicamente plantea una redistribución de riquezas, para quitarle algo a los que más tienen, por citar solo un caso.
Sin embargo, influyó más en los Kirchner, en todos los casos, la decisión política de no compartir el poder con nadie. El poder y el Estado pasaron a ser considerados no un bien común del sector político gobernante (que hubiera sido ya una grave deformación del sistema democrático), sino una propiedad privada del matrimonio que accedió al poder el 25 de mayo de 2003. No se puede hacer eso sin provocar una hendidura extendida y profunda en el cuerpo social del país. Existe ahora, en efecto, una fractura expuesta que afecta a casi todas las categorías sociales y que es, al mismo tiempo, una lamentable novedad de la democracia argentina.
DP: Si hay algo que no se le puede recriminar a este Gobierno es su interés por las clases medias y bajas. Los subsidios a transportes públicos, la asignación universal por hijo, por embarazo, el crecimiento del salario mínimo (de 200 a 980 pesos) y la suba de pensiones mínimas, fomento las Pymes y creación de empleos, y la lucha contra el trabajo en negro son algunas de las medidas kirchneristas....
En el principio, Néstor Kirchner solía explicar que había tomado un país en situación de virtual anarquía y que el peor remedio para eso hubiera sido un presidente conversador y manso. Cierta razón había en esas palabras: la Argentina vivía las consecuencias recientes de la peor crisis económica, política y social que recordara cualquier argentino vivo.
La propia institución presidencial cayó entre los derrumbes de 2001 y 2002 cuando se sucedían presidentes como si fuera un casting de malos actores. Sin embargo, no es igualmente cierto que la economía estaba tan mal como la política o la sociedad.
DP: Hasta el 2001 la rescesión era del 11 %, la pobreza era de casi el 57 % de la población, la indigencia del 27 % y la desocupación del 21 %...
Ya a mediados de 2002 los cambios en la economía internacional (un fuerte incremento en los precios de las materias primas)…
DP: Si bien es cierto que le favoreció la economía internacional, observe que tan fuerte se hizo el modelo que cuando sufren la crisis en el mundo, aquí quedamos inmunes…
(..) Habían comenzado a desahogar las exhaustas arcas fiscales. Kirchner tuvo una pequeña base donde hacer pie para iniciar dos cosas: su propia campaña electoral, ampliamente financiada por el gobierno de Eduardo Duhalde, y, luego, la reconstrucción del poder político desde la presidencia. Quizás era necesario también un golpe sobre la mesa para imponer de nuevo un sentido de autoridad perdido, pero el problema surgió cuando esa estrategia circunstancial se convirtió en un método. Era el método que el kirchnerismo aplicó con buenos resultados en Santa Cruz una suerte de inicial laboratorio de lo que más tarde se haría desde la conducción política de la Nación.
Hasta casi el final del mandato de Néstor Kirchner, la economía respetó las columnas del modelo: tipo de cambio competitivo, superávit comercial y fiscal y desendeudamiento. Ortodoxia salpicada con discursos heterodoxos. Esa política era posible, desde ya, porque nunca se modificaron, hasta ahora incluso, las buenas condiciones internacionales de la economía.
DP: Lo mismo de arriba…

No obstante, antes del final del primer período presidencial kirchnerista comenzaron las transgresiones, que ya nunca pararon: la intervención del Indec, que se convirtió en un permanente experimento de prueba y error; una creciente intervención del Estado en la economía privada, lo que ahuyentó la inversión; el uso de las reservas del Banco Central para seguir financiando un crecimiento satelital del gasto público, y la aparición desenfrenada de una inflación que el Gobierno no quiso ni quiere ver. (…)


DP: Otra vez, vamos por partes. Primero el tema del Indec, con el que nosotros creemos que es uno de los errores del gobierno. Así como también condenamos las trampas que hacen las consultoras privadas (marcas más caras), con el tema de los productos de la canasta básica que influyen en el precio.

En cuanto a la ``intervención del estado´´ en la economía privada, debemos suponer que habla de Techint. Que no se olvide mencionar que las ex AFJP (hoy del Anses) contienen acciones de la compañía y que es injusto que tenga un 5% de la representación política cuando tiene el 25% de derechos económicos.

En cuanto al uso de las reservas del Banco Central, recordemos que se utilizo para pagar el total de la deuda externa con el FMI, ente regulador que pisa el acelerador o lo levanta según sus intereses, se acabaron los sometimientos externos.

En cuanto a la inflación, es otra deuda pendiente del gobierno, pero justamente los que provocan esta inflación son los mismos que ellos defienden…

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